الأربعاء، 21 ديسمبر 2011

Lugares Turísticos en Ourense


Orense es una ciudad para disfrutar, relajarse y apreciar todas las maravillas que ofrece. Desde monumentos e iglesias, hasta aguas termales para dejar el estrés a un lado, e incluso, econtrar la cura a algunas cuantas enfermedades.


¿Quieres saber todo lo que se puede hacer en Orense?
Burga do Muíño. Gran piscina termal al aire libre, de uso gratuito, está situada junto al Muíño da Veiga, en una gran área recreativa, en la zona de Quintela de Canedo. A tres kilómetros del Tinteiro por el paseo peatonal asfaltado en la margen derecha del río Miño.



Burgas de Outariz. Sus aguas manan a una temperatura de 60 °C, en dos puntos diferentes siendo apropiadas para reuma y artritis. En una de ellas se ve incluso aparecer el manantial directamente de la fisura de la roca, lo que la hace más llamativa. Se han construido unas termas al aire libre y una pasarela que comunica las dos orillas. Consta de cinco círculos empedrados sumergidos donde la temperatura de cada uno de ellos varía desde la más fría (36 °C–38 °C) a la más caliente (60 °C). Se trata de sumergirse y quedarse sentado con las piernas estiradas, siendo lo único que sobresalga la cabeza. No se debe exceder este tiempo de 15–20 minutos. Son totalmente gratuitas y se puede llegar a ellas mediante un tren turístico que recorre la capital.


Manantial do Tinteiro. Fuente de aguas termales, de uso gratuito, a 500 metros de las anteriores. Este manantial atrae a agüistas de toda la península y de Portugal. Contorno rehabilitado recientemente por el Concello («Ayuntamiento»). Recomendado para enfermedades de la piel y cicatrices. Técnicamente se consideran aguas fluoradas, sulforadas, sódicas y bicarbonatas y manan a una temperatura inferior a las anteriormente citadas (43 °C).
Termas de A Chavasqueira. Situado a escasos metros de las Pozas de ‘A Chavasqueira’, el centro termal de estilo japonés de A Chavasqueira nos invita a descubrir la cultura balnearia japonesa. Una tradición milenaria basada en la filosofí­a Zen, que busca la relajación del cuerpo y la mente en contacto con la naturaleza.

Dato interesante: Las aguas del manantial son bicarbonatadas sódicas, fluoradas, lití­nicas y sulfuradas de mineralización media. Estas aguas son apreciadas para el tratamiento del reuma, artritis y afecciones de la piel; así­ como para trastornos hepatodigestivos del metabolismo y ví­as urinarias.

Orense también se distingue por tener algunos puentes, muchos de ellos con mucha historia.

Puente Romano: Del primer puente romano de la época de Augusto sólo quedan algunas piedras en las bases. En el siglo XII se reconstruyó dando el perfil actual con arco apuntado, pero las nuevas ruinas tienen que esperar al siglo XVII, en que Melchor Velasco aplica la solución definitiva. La torre que aparece en el escudo de la ciudad fue demolida en el siglo XIX.


Puente Milenio: Inaugurado en el 2001, fue diseñado por el arquitecto Álvaro Varela y el ingeniero Juan M. Calvo con la combinación de hormigón y acero. Su original curva es realzada por la pasarela peatonal que llega a elevarse 22 metros, dando lugar a extraordinarios miradores sobre el Miño. Todo ello lo convierte en símbolo de progreso de la ciudad. La pendiente de sus alerones es de un 67%.


Puente Nuevo: Se terminaron las obras en 1918. Su nombre provenía por comparación con la que hasta el momento existía: Ponte Vella. Consta de seis arcos de piedra con un tramo metálico de arco parabólico. Desde entonces se completó con otros: el viaducto, la Puente Novísima, y más recientemente la pasarela de Vao.

Viaducto: Aunque el ferrocarril llegó a Orense en 1881, no sería hasta el año 1958 en el que finalizaría el proyecto que permitía cruzar el río para que con ello el tren pudiera seguir su paso al sureste de Galicia. Su longitud total alcanza los 415 m y sus arcos una altura de 46 metros.


Puente Novísimo: Su construcción pretendía aliviar el tráfico del Puente Nuevo, pero no será hasta 1971 cuando entrará en funcionamiento. También se le denomina, por su emplazamiento, do Ribeiriño o das Caldas.


Pasarela del Vao: Esta pasarela peatonal se inauguró en 2003, comunicando el barrio del Puente con el centro de la ciudad a través del centro comercial. Se apoya únicamente en dos pilares de hormigón, mientras que el resto de la estructura consiste en tubos metálicos entrelazados. Su nombre deriva de un antiguo paso que en las épocas estivales se utilizaba para cruzar el río sin necesidad de pagar el peaje del puente. Hace relativamente poco ha sufrido obras de mantenimiento.


Puente Loña: Este puente se cita en documentos del siglo XII, aunque que es posible que en la época romana existiese otro (de madera o de piedra) para dar acceso a las termas de Mende o a la vila agrícola galaico-romana de Santomé. Se conservan su fábrica medieval de un solo arco, consolidada en 1969 y restaurada en 1988.


Puente Codesal: Su nombre provendría de los «codesos» (tipo de arbusto silvestre típico de Galicia) que abundarían en el entorno del Polvorín, lugar en que se encontraba hasta que en 1984 fue trasladada a las tierras de Cabeanca, casi en el límite con el municipio de Amoeiro.

Las iglesias que no puedes dejar de visitar son:

Catedral de San Martín
Capilla de Os Remedios
Cementerio de San Francisco
Claustro e iglesia de San Francisco
Iglesia de Santa Eufemia
Iglesia de Santa María Naí
Iglesia de Santo Domingo
Iglesia de la Santísima Trinidad
Palacio Episcopal
Santuario de Nuestra Señora de las Ermitas
Santuario de Nuestra Señora de los Milagros


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